El potro
En La Aldea siempre existió un potro público, fundamentalmente para errar las vacas. Tras algunos años convertido en ruina y por iniciativa de los vecinos se construyó uno nuevo en el 2007.
Las dos siguientes fotos reflejan el antiguo y el nuevo.
El potro antiguo (clic para ampliar) El potro nuevo (clic para ampliar)
Los potros de herrar solían constar de dos hileras paralelas de dos postes cada una, tradicionalmente de madera dura.
Ambos se encontraban unidos longitudinalmente con palos de madera. Entre los postes que enlazan el primer par con el segundo, se situaba el ubio.(*)
   El animal era introducido dentro del potro e inmovilizado fijándole la cabeza al ubio, y pasándole dos cinchas de cuero por debajo de la panza. Estas, apoyadas en los palos o varas longitudinales, se accionaban a modo de una polea para elevar al animal.
El animal una vez inmovilizao y alzado, estaba en disposición de ser sometido a la extracción de las herraduras viejas (en el caso de vacas y bueyes, estas heraduras se conocen con el nombre de callos). Era entonces cuando el herrador las quitaba y ayudándose de escofinas, martillos y tenazas, herramientas propias de su oficio, limpiaba y nivelaba el casco y procedía a la colocación de la nueva herradura, que se sujetaba con clavos de herrar.
 

En la siguiente colección de fotografias (gentileza de Ramón Luque) puede apreciarse el proceso de herrado, esta vez con un buey, el utilizado en 2006 para la fiesta de la trilla y ha servido para inaugurar su verdadera función, el herrado.
Herrando un buey


(*) Ubio. No se trata de un localismo, ya que viene recogida en el diccionario de la R.A.E. y definida como "Yugo de los bueyes y de las mulas".
En algunas regiones se conoce como Lubio, sin duda por la contracción de "el ubio"