Mantón de Manila: Los primeros chinos que se establecieron en Manila alrededor de 1575 trajeron de su país de origen tapices cuadrados y colchas de seda bordadas, de uso cotidiano en las clases altas chinas. Los mantones comenzaron a importarse a finales del Siglo XVIII, y de allí se extendieron a toda España y colonias, gracias a sus formas vistosas y coloristas gozaron de gran aceptación entre las mujeres de toda clase y condición. Con su llegada a España, el mantón de Manila fue fundiendo sus tradicionales motivos orientales (dragones, sapos, aves y otros símbolos chinos) con otros más propios de nuestro gusto, siendo los temas florales los mas aceptados. |
Mantón serrano: Deriva del mantón de Manila y consiste en una pieza de seda o lana con flecos, bordada básicamente con flores. Los había de toda suerte de colores. Los mas utilizados los de color marrón y negro, con los flecos del mismo color, aunque se veían desde el rojo al amarillos pasando por la gama de ocres. Los bordados se hacían a mano. Resulta peculiar, el que siempre llevaba bordado en el pico de la espalda un pájaro o mariposa, reminiscencia de los adornos chinos. |
A veces (como en Sto. Domingo de Silos) se hacían de dos caras, ello permitía que al doblarse quedaran los dos picos de la espalda con el bordado al derecho. Los mantones, no son prenda exclusiva de la sierra, aunque las serranas lo utilizaban con profusión, como adorno y abrigo, pueden verse idénticos mantones en toda la provincia, si bien es cierto que el nombre de "mantón serrano" ha quedado como genérico de esta prenda, al igual que "traje serrano" se entiende por traje de fiesta, vestirse de serrana en la ribera es vestirse de fiesta. |