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Aldea del Pinar Revista Nº 6 - Ago/2013
tas. Los objetos necesarios para hacer la
Los restos de jabón más antiguos se en- colada son: una caldera de cobre, ceniza, el co-
contraron en tarros de arcilla de origen babilóni- cio o cuecio ( recipiente con un agujero de sali-
co alrededor de 2800 A.C. da en la parte inferior), el cernadero ( tela de
Nuestras abuelas colocaban la ropa su- lienzo ).
cia en un balde, se lo ponían encima de la cabe-
za sobre un rodete hecho de tela y se Proceso
trasladaban al río o al lavadero. Podemos seguir Las sabanas y ropa blanca ya lavadas pe-
dando rienda suelta a la imaginación y adivinar ro todavía húmedas, se introducían en el inte-
como estas mujeres rompían el hielo del río y rior del cocio formando capas, ara importante
luego se ponían a lavar. A pesar del esfuerzo colocar la ropa lo más extendida posible, para
que hacían restregando sobre la tabla y pasando facilitar el paso del agua de manera uniforme
la ropa dos y tres veces por el jabón no conse- por todas las capas. El cocio se tapaba con el
guían que quedaran blancas. cernadero, que se sujetaba bien a la parte de
Las prendas de ropa blanca utilizadas arriba con un cuerda, dejando el cernadero no
hasta la segunda mitad del silo XX, cuando ha- demasiado tirante. A continuación se cubría el
cen su entrada masiva las fibras sintéticas, esta- cernadero con ceniza
ban hechas de tejidos naturales: algodón, lino y Mientras se preparaba el cocio, el agua se había
lana básicamente. La ropa interior y ropa de ca- puesto a hervir en una caldera grande, cuando
ma solían ser de lienzo, un tejido muy resistente ya hervía se vertía encima de las cenizas con un
y difícil de limpiar por su textura rígida. Para po- cazo, puchero etc.
der dar a esta ropa la blancura que en un princi- El agua se filtraba por las Cenizas y el
pio tenían no era suficiente con el lavado cernadero y pasaba al cocio, empapando las ca-
normal, sino que era necesario emplear el anti- pas de ropa. El proceso se repetía una y otra
guo método denominado de la “Colada”, un pro- vez ya que el líquido que escurría se calentaba
ceso artesanal que sustituía en sus efectos, a la de nuevo y se volvía a filtrar. El agua filtrada
conocida lejía de hoy en día y que conseguí la por les cenizas tenía un efecto lejía que era lo
blancura apetecida si se le daba el tratamiento que conseguía limpiar y blanquear las prendas,
adecuado. cuando el agua estaba sucia se cambiaba por
limpia.
Terminada la colada se dejaban enfriar
y las aclaraban en el lavadero o en el río, para
secarlas las tendían sobre la hierba, espinos o
zarzas, colocando piedras para que no se las lle-
vase el viento.
La frecuencia de la colada dependía de
las condiciones higiénicas de cada ama de casa.
El tener la ropa muy blanca era sinóni-
mo de mujer limpia, por eso las mozas se esfor-
zaban en tender su ropa muy blanca.
Pero, ¿ qué era y en que consistía la cola-
da? Raúl Sanz
La expresión “hacer la colada” proviene
de la antigua labor de “colar”. La palabra
“colar” aparece recogida en el Diccionario de la
Real Academia como procedente del latín cola-
re, y con el significado de blanquear la ropa des-
pués de lavada, metiéndola en lejía caliente .
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