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Aldea del Pinar                                                               Revista Nº 6 - Ago/2013

               ¿De pueblo o de capi?




            Mi  vecino  “Cascabel”,  siendo  yo  un  niño,  me  mos  más  al  vecino  necesitado,  echábamos  una
            preguntaban                                       mano.  Eso aquí se ha ido perdiendo. Te dicen
            - ¿A quien quieres más a tu padre o a tu madre?   que te vayas a los servicios sociales, allí te aten-
            y me ponía en un dilema, pero sabiamente, co-
            mo me habían enseñado, le respondía
            -A los dos.
            Así me pasa ahora. Recién venido del pueblo a
            la capi todos me preguntan
            - ¿Qué prefieres el pueblo o la capi?
            La respuesta no es tan fácil.
                    Aquí hay muchas cosas buenas y malas.
            Lo primero,¿ tú sabes por qué creció tanto Bur-   derán.
            gos hace 50 años?. Pues mira, por eso del Polo           Aquí,  cualquier  cosa  que  quieras  com-
            de Desarrollo, que no era ni más ni menos que  prar, lo tienes en los grandes almacenes. Puedes
            crear puestos de trabajo, y claro la gente de los  visitar grandes museos y monumentos, ver cine,
            pueblos se vino a vivir aquí, se compró un pisi-  ir a las piscinas climatizadas, pasearte por gran-
            to y se quedó, aunque siguen siendo del pueblo.  des avenidas. ¡Anda, que en el pueblo te puedes
            Así  todo fue creciendo, por eso del trabajo, que  dar  unos  paseos  por  el  monte,  que  cuantos  lo
            es muy importante, y que hoy está muy mal. En  quisieran!  Hay    ventajas  y  desventajas.  Mira,
            algunos pueblos han hecho eso de los polígonos  por ejemplo, aquí hay muchos coches y por to-
            industriales y por eso se han podido quedar en  das calles, algunos a velocidad de película, co-
            su pueblo, en su casita que estaba bien arregla-  mo  una  persecución  que  vi  en  la  calle Vitoria,
            da y cerquita del campo.                          me  quedé  de  piedra,  y  me  dijo  mi  amigo
                    Cuando llegas a la capi y ves tantos  pi-  Gervás, ¿pero no sabes que estás en “Gamonal
            sos que parecen colmenas no te imaginas la gen-   city”?. Ah, y no se te ocurra cruzar la calle a to-
            te  que  hay  en  ellos,  en  un  solo  bloque  caben  do correr, que te llaman pueblerino. Eso no pa-
            todos los de mi pueblo. Las relaciones humanas  sa  en  mi  pueblo,  se  está  más  tranquilo,  es
            son muy distintas, menos humanas, aquí eres un  verdad  que  un  poco  más  solo,  pero  también  la
            número, uno de tantos. Vas por la calle y no te  soledad a veces viene bien, algunos, ¿sabes có-
            conoce  nadie,  todos  van  a  lo  suyo  y  deprisa.  mo la matan?, pues jugando a la brisca o lo que
            ¡Qué distinto del pueblo! Allí dices adiós a todo  sea.
            mundo, te enteras de cómo le va por la vida, así         Las  mejores  atenciones  médicas  están
            que aquí cuando te encuentras con algún conoci-   en la capi. En el pueblo puede pasarte lo que leí
                                        do  es  como  si  vie-  en una pancarta que decía:” Sin coche no enfer-
                                        ne  Dios  a  verte. Y  mes de noche”.  El trato con el médico de cabe-
                                        no te digo nada en  cera, creo que es mejor en el pueblo porque nos
                                        verano, esos largos  conoce y está más cercano. Es una ventaja.
                                        ratos     charlando          Nuestro amigo Paco Martínez Soria dijo
                                        por las noches, a la  ”La ciudad no es para mí”. Y yo lo repetiría, sal-
                                        fresca y a la puerta  vo todo lo bueno que tiene la ciudad, porque La
                                        de  la  bodega,  con-  Aldea tira mucho y me dejasteis muy buenos sa-
                                        tando nuestros chas-  bores .
                                        carrillos.  Eres  tú                     Domingo Contreras Camarero
                                        mismo, el “Chavis-
                                        que”.
                                         Antes     ayudába-


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